3/07/06
LA
VICEPRESIDENTA PRIMERA DE LA JUNTA DE
CASTILLA Y LEÓN FIRMA EL CÓDIGO PARA EL TRATAMIENTO INFORMATIVO
DE LA
VIOLENCIA DE GÉNERO
La violencia contra las mujeres no es un problema aislado y
puntual sino que se produce en todos los ámbitos de la sociedad
y posee hondas raíces estructurales y culturales, por lo que la
solución definitiva del mismo requerirá de un esfuerzo
continuado de la sociedad en su conjunto.
En ese esfuerzo han de participar necesariamente tanto la
Administración, impulsora de políticas y
medidas destinadas a la erradicación de esta lacra social, como
los medios de comunicación, poderosos factores de influencia en
la formación de la opinión pública.
Conscientes de ello, la Junta de Castilla y León y
los medios de comunicación castellanos y leoneses desean
colaborar en esta lucha contra la violencia hacia las mujeres
mediante la asunción del doble compromiso de tratar de modo
adecuado la violencia de género en las informaciones ofrecidas
y de dar a conocer las estrategias públicas desarrolladas para
su erradicación, todo ello con el objetivo de concienciar a la
sociedad de la gravedad del problema para que rechace de modo
unánime estos comportamientos violentos.
El compromiso, presentado a modo de Código de Buenas Prácticas,
se concreta en los doce puntos siguientes, a observar a la hora
de ofrecer información sobre violencia de género:
1. No presentar la violencia contra las mujeres únicamente como
un delito sino también como un atentado contra los derechos
humanos que excede del ámbito privado.
2. Presentar los casos de violencia de género no como
situaciones aisladas sino como un problema generalizado que
afecta a muchas mujeres.
3. No limitar el tratamiento informativo a los hechos
dramáticos, divulgándose los casos exitosos en los que las
mujeres han conseguido librarse de los malos tratos, para que
sirvan de ejemplo a otras víctimas y les muestren que hay
salida y cómo actuar.
4. Introducir en todas las noticias sobre violencia de género
información útil como, por ejemplo, los teléfonos de atención,
para que otras víctimas puedan conocer los recursos de apoyo y
protección existentes.
5. Recabar opiniones y consejos de personas expertas en materia
jurídica, psicológica, policial, etc. a la hora de elaborar las
noticias, con el fin de transmitir una imagen fiel de la
violencia que sufren las mujeres.
6. Seleccionar cuidadosamente las fuentes informativas,
desechando aquellas que pudieran inducir a explicar la
violencia como consecuencia del deterioro de la relación
sentimental o de un arrebato puntual.
7. Respetar la intimidad de las víctimas y evitar el uso de
imágenes o recursos narrativos sensacionalistas o morbosos, no
presentándolas a ellas ni a sus familiares en momentos de
tensión emocional.
8. Transmitir a las víctimas el respeto y apoyo social que
existe hacia ellas, evitando la difusión de comentarios que
puedan entenderse como una justificación de la violencia.
9. Identificar claramente el comportamiento del agresor con los
detalles necesarios para mostrar que se basa en la desigualdad
y que nunca tiene justificación.
10. Sin renunciar al deber de informar con veracidad, tratar
los casos de violencia de género de modo que se refleje la
implicación positiva del medio de comunicación en la
erradicación de la violencia.
11. No limitarse a informar exclusivamente de los casos de
violencia física ampliando el concepto de violencia de género a
todas sus manifestaciones, como la violencia psicológica, la
explotación sexual, las agresiones sexuales, etc.
Promover espacios o programas informativos que ayuden a generar
una conciencia social sobre el problema de la violencia contra
las mujeres.
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